Lidera tu clan y gana el favor del Daimio en The White Castle

Isra y Shei, los célebres autores de The Red Cathedral, vuelven con un juego ambientado en el castillo de Himeji,
una de las fortalezas más icónicas del Japón moderno.

Japón, 1761. Provincia de Harima. El Daimio Sakai Tadazumi es uno de los consejeros más destacados del Shogunato Edo, y gobierna la región desde el Castillo de Himeji, la gran fortaleza blanca. Los distintos clanes locales harán bien en ganarse el favor del clan Sakai. Para tener influencia será importante contar con miembros de la familia en todos los niveles de la vida del castillo, desde la política hasta el estamento militar, pasando por los humildes jardineros que cuidan hasta el último detalle de los jardines de palacio. 
En The White Castle los jugadores asumirán el rol de líderes de clanes menores y turno a turno tratarán de acumular influencia en la corte. Una oportuna gestión de los recursos y la colocación de los miembros de la familia en lugares clave del castillo de Himeji llevarán a los jugadores hasta la victoria. 
Los autores del juego son Israel Cendrero y Sheila Santos, el dúo de diseñadores conocido como Llama Dice, autores de varios juegos de mesa reconocidos por todo el mundo, entre los que destaca The Red Cathedral. El apartado gráfico lo firma Joan Guardiet (La Viña, Checkpoint Charlie), que se ha inspirado en los grabados tradicionales japoneses de estilo ukiyo-e para ilustrar la portada y el tablero central. 

Los Componentes

Como es habitual en los juegos de producción propia de Devir, la caja de The White Castle rebosa componentes de gran calidad. El principal elemento del juego es el tablero central, que muestra el castillo de Himeji en todo su esplendor. Observamos diferentes zonas con las que podremos interactuar: en la parte izquierda se extiende el estanque y la zona de jardines, con los tres puentes. En el centro del tablero hay la zona más grande, que muestra el interior del castillo dividido en tres pisos. Desde la entrada donde se pide audiencia y pasando por la sala de las mil alfombras, los cortesanos deberán ir ascendiendo hasta llegar al círculo más cercano al Daimio, en lo alto de la fortaleza. Por último, en la parte superior derecha del tablero, encontramos los campos de entrenamiento, lugar en el que los guerreros practican con arcos y espadas. 

Por otro lado, los jugadores disponen de un tablero propio, el dominio personal, donde aguardan los miembros del clan antes de viajar al castillo. En esta zona también se llevarán las cuentas del alimento, el hierro y el nácar a su disposición, así como del dinero y los sellos del Daimio que vayan consiguiendo durante la partida. En el espacio personal también hay un lugar reservado para una carta de acción activa y el espacio para las recompensas de lámpara, en el que se podrán ir acumulando recursos y recompensas varias. 

Tanto el tablero general como el dominio personal cuentan con bellas ilustraciones y una iconografía clara y agradable, pensada para guiar a los jugadores en su toma de decisiones. Los componentes de madera no se quedan atrás, pues cuentan con detalles únicos que contribuyen a la experiencia inmersiva: los distintos miembros del clan se pueden diferenciar según las características de cada peón: los jardineros sujetan un rastrillo y visten un tradicional sombrero de paja, los samurais blanden su katana y los cortesanos llevan la túnica y el gorro ceremonial. Para marcar el orden de turno, cada jugador tiene una gran garza de su color (esta ave es el símbolo del castillo de Himeji) y para los marcadores de puntos de fama y paso del tiempo, cada jugador tiene un abanico y una esfera con un emblema o mon propio.  
Un último elemento que destacar son los tres puentes de cartón que se pueden montar para aportar volumen al tablero. Sobre estos puentes se dispondrán los dados que cada jugador usará durante su turno, con lo que conforman un elemento principal de la partida.

La partida 

¿Preparados para expandir vuestra influencia por el castillo de Himeji? En The White Castle los jugadores deberán emplear los recursos y las acciones de los miembros de su clan con sabiduría y buscar las acciones más beneficiosas en cada momento. Hay muchas opciones y combinaciones disponibles, pero solo 9 turnos por jugador en toda la partida. Al tener una preparación variable, cada nueva sesión de juego el reto será distinto y no siempre será fácil saber tomar la mejor decisión posible. 
Durante la preparación de la partida, los jugadores lanzan los dados y a continuación los agrupan por color y los alinean de menor a mayor en los tres puentes del estanque, que se encuentra en la parte izquierda del tablero central. En su turno, los jugadores tomarán uno de estos dados para hacer una acción. Dependiendo del color del dado podrán activar unas u otras cartas de acción del castillo, y en función del número podrán activar acciones más o menos poderosas en todo el tablero e incluso en su dominio personal. Siempre se pueden pagar monedas para compensar los resultados bajos de dado, ¡pero nunca es buena idea quedarse sin ahorros! 

Al principio de la partida, los dominios personales de los jugadores están llenos de miembros del clan. A través de las casillas del espacio exterior del castillo podrán enviarlos a sus respectivas ubicaciones por el tablero, desbloqueando puntos de fama y recursos útiles para los próximos turnos. Para colocar jardineros en el estanque deberemos gastar cierta cantidad de alimento, para enviar a los guerreros a los campos de entrenamiento, hierro, y para facilitar el ascenso social de nuestros diplomáticos en la corte, necesitaremos nácar. También, en cualquier momento, se puede visitar el pozo de Okiku, uno de los lugares más enigmáticos de la fortaleza blanca, que ofrecerá recursos a los jugadores sin restricciones. 
Los espacios del tablero son limitados, de manera que no siempre todos los jugadores podrán llevar a cabo las acciones que deseen. En partidas a 3 y 4 jugadores la competencia para ocupar lugares es feroz, pero a cambio se pueden apilar hasta un máximo de dos dados por localización. A veces la mejor estrategia puede consistir en bloquear espacios vitales para nuestros rivales con números altos... 
The White Castle también se puede disfrutar en solitario, y como es habitual en los juegos diseñados por los Llama Dice, vencer será todo un reto. El modo “La visita del clan Tokugawa” dispone de un mazo propio de cartas que sirve para guiar las acciones de la IA y tres modos de dificultad para adaptar la experiencia de juego al nivel deseado.

Lanzamiento mundial 

The White Castle es la gran apuesta de Devir para la feria internacional de Essen, en Alemania, que cada año reúne a los principales diseñadores, ilustradores, profesionales y editoriales líderes del sector del continente. Un punto de encuentro clave para la industria de los juegos de mesa y un aparador de lujo para presentar las novedades que llegarán a las tiendas para el público europeo. La misma semana de la presentación de The White Castle en la feria de Essen el juego saldrá a la venta simultáneamente en todo el mundo, gracias a la cooperación de todos nuestros socios editoriales que distribuirán el juego en sus respectivos países y en distintos idiomas. 

Puntos de venta 

¿Te atraen los juegos de inspiración japonesa y con un arte de ensueño? ¿Adoras los juegos con un montón de componentes en caja mediana? ¿No puedes esperar a probar el último juegazo de Isra y Shei, creadores de The Red Cathedral? Corre a por tu copia de The White Castle en tu tienda más cercana.